miércoles, 7 de mayo de 2014

¿Brilla más el sol?


En los comienzos de la campaña electoral para elegir a los candidatos al Parlamento Europeo oímos decir al Presidente del Gobierno y al Sr. Cañete, cabeza de lista del Partido Popular, que España va bien o que la recuperación está aquí.

Sin que alguien tenga la intención de llamarme “cenizo” o que haya quien piense que, como dijo Montoro en su día, el PSOE pudiera apostar por el “que se hunda España, que ya la rescataremos nosotros”, lo cierto es que la recuperación se va a producir de manera muy lenta y con incertidumbres que no deben ser dejadas de lado.

Es verdad que los datos del paro registrado en Abril han sido esperanzadores, aunque no sea yo el que diga aquello de “tendría gracia que en abril, en Semana Santa, no mejorasen los datos del paro registrado”, Rajoy dixit (Mayo de 2011), ni tampoco aquello de “el paro baja en abril y bajará en mayo y junio. Eso ya lo sabemos todos. Igual que los días son más largos, las temperaturas son más altas y el sol brilla más. Eso se llama estacionalidad”, Soraya Saénz de Santamaría (4 de mayo de 2011). Pero estos datos no mitigan los de la primera EPA de este año que confirma que se sigue destruyendo empleo (185.000 empleos destruidos) y que hay casi 6 millones de parados.

Tampoco puede llevarnos a la desmedida campaña de la recuperación el hecho de que la Comisión Europea prevea un crecimiento del 1,1% del PIB para el 2014 o el 2,1% para el 2015, si como seguidamente informa la tasa de paro en 2015 será la más alta de toda la Unión Europea junto a la de Grecia: un 24%. Por cierto, datos muy parecidos a los que da la OCDE para España publicadas hoy y que prevén una tasa de paro para 2014 del 25,4% y del 24,4% en 2015. En todo caso cifras que están por encima de las que encontraron en 2011. Una legislatura perdida en materia de empleo.

Esas son las cifras. Las interpretaciones pueden ser variadas. Los optimistas  creen que la recuperación viene para quedarse frente a los realistas que ven nubes en el horizonte. Los problemas financieros de los países emergentes, el hipotético impago de la deuda griega que generaría otra crisis en el euro, la sobrevaloración de la moneda europea que frena las exportaciones o la crisis de Ucrania que puede ser un freno al crecimiento de los países del euro son amenazas que habrá que tener muy en cuenta. Y junto a ellas, el aumento de la desigualdad en España es un factor determinante para ser cautelosos en las manifestaciones de los representantes públicos, aunque sólo sea por el respeto que merecen aquellos que ven como la brecha entre los más ricos y las clases medias y bajas ha crecido en mayor medida en España.

Ya está bien que las cifras de paro registrado en Abril hayan sido buenas, lo son para quienes han encontrado un empleo aunque sea precario, lo son para la Seguridad Social que ve aumentado los ingresos y lo son para todos si sirven para que nuestra moral crezca. Es verdad que  los datos del CIS no invitan al optimismo (el 85,2% de los españoles creen que la situación económica es mala o muy mala , el 86,7% creen que este  año será igual o peor y el 66,1% creen que el año próximo  empeorará) y también que las previsiones de la UE para este año con la tasa de paro (25,5%), el déficit público (-5,6%) o la deuda (100,2% del PIB) no invitan a la desmesura, pero a Rajoy a Cañete nada de eso puede hacerles desviar del  manido eslogan del  España va bien, aunque negros nubarrones se interpongan ante el Sol. ¿No se lo tendrían que hacer mirar?