Se les ha visto el plumero. Por más que lo intentaron enmascarar hace ya un año y medio, el PP quiere acabar con el sector del carbón. Un sector estratégico que es garantía de suministro eléctrico aunque haya que trabajar en la captura de CO2 y tenga que ser más competitivo. Pero la apuesta energética del PP es por la energía nuclear, más competitiva , pero más peligrosa y con graves riesgos de contaminación. Así lo adelantó Vidal Quadras, que es quien dice las verdades del barquero que los prebostes del PP quieren tapar o disimular. Cierre de las minas del carbón, aumento de la vida de Garoña y el resto de nucleares y aumento del parque nuclear. Así de sencillo, así de claro.
El carbón y los sindicatos mineros se han convertido en una almorrana para el PP, quien emulando a Margaret Thacher, pretende eliminar a los sindicatos mineros para amordazar al resto del movimiento sindical. Hay pues, detrás del empecinamiento por acabar con el carbón, un componente estratégico de primera magnitud, al que se aplican con fruición los Ministros del PP.
Sin ir más lejos, un día Soria, otro Montoro, otro Báñez, estigmatizan a los mineros con la excusa de las prejubilaciones en edades cortas y sustanciosos beneficios o con el sambenito de las subvenciones y su caracter de paniaguados. Una mentira más de quien desconoce una mina y hasta un trabajo fuera de la política.
Lo cierto es que la penosa vida de un minero es corta y su aportación a la Seguridad Social les hace beneficiarios de las jubilaciones anticipadas, sencillamente, porque así lo estipula la ley. Esa ley que dicen cumplir los Ministros del PP y que no les impide tratar a las mujeres de los mineros como si fuesen terroristas. Triste espectáculo de quienes hacen de la democaracia su seña de identidad y de la tolerancia su bandera. Ni demócratas ni tolerantes, más bien lo contrario, si tenemos en cuenta el trato que Pío García Escudero les dispensó a estas mujeres en el Senado y el reparto de lisonjas y parabienes que repartío a las Fuerzas de Seguridad y los ujieres por sacar a la fuerza del hemiciclo a las luchadoras por su trabajo y por su territorio. Al descubierto el PP y su intentó de terminar con el carbón. La factura no les tardará en llegar.
El carbón y los sindicatos mineros se han convertido en una almorrana para el PP, quien emulando a Margaret Thacher, pretende eliminar a los sindicatos mineros para amordazar al resto del movimiento sindical. Hay pues, detrás del empecinamiento por acabar con el carbón, un componente estratégico de primera magnitud, al que se aplican con fruición los Ministros del PP.
Sin ir más lejos, un día Soria, otro Montoro, otro Báñez, estigmatizan a los mineros con la excusa de las prejubilaciones en edades cortas y sustanciosos beneficios o con el sambenito de las subvenciones y su caracter de paniaguados. Una mentira más de quien desconoce una mina y hasta un trabajo fuera de la política.
Lo cierto es que la penosa vida de un minero es corta y su aportación a la Seguridad Social les hace beneficiarios de las jubilaciones anticipadas, sencillamente, porque así lo estipula la ley. Esa ley que dicen cumplir los Ministros del PP y que no les impide tratar a las mujeres de los mineros como si fuesen terroristas. Triste espectáculo de quienes hacen de la democaracia su seña de identidad y de la tolerancia su bandera. Ni demócratas ni tolerantes, más bien lo contrario, si tenemos en cuenta el trato que Pío García Escudero les dispensó a estas mujeres en el Senado y el reparto de lisonjas y parabienes que repartío a las Fuerzas de Seguridad y los ujieres por sacar a la fuerza del hemiciclo a las luchadoras por su trabajo y por su territorio. Al descubierto el PP y su intentó de terminar con el carbón. La factura no les tardará en llegar.
1 comentario:
Dice usted que los del PP no saben qué es una mina ni un trabajo fuera de la política? ¿Y usted? ¿Sabe qué es una mina? Fuera de la política, ¿qué ha hecho usted, dónde y durante cuánto tiempo?
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