miércoles, 14 de marzo de 2012

CON EL AGUA AL CUELLO


La imagen que, alguno de los principales diarios del país publicaron ayer con el comisiario Junker asido del cuello de De Guindos y su posterior abrazo reflejan, en gran medida, la imposición que la Comisión Europea ha hecho al Gobierno español para conseguir el objetivo de estabilidad presupuestaria en el año 2012.

Acostumbrados a las bravatas de la derecha política y medíatica durante la anterior legislatura, en la que acusaban a Zapatero de estar vendido a los intereses de Bruselas, que España estaba secuestrada por los burócratas de la Unión Europea o que España había perdido credibilidad en Europa, asistimos hoy a la cruda realidad de un Gobierno en el que, peligrosamente, se contradicen los Ministros de Hacienda y Economía, o un Gobierno cuyo Presidente vende la imagen de defensa de los intereses patrios un día, para la semana siguiente bajarse los pantalones ante la imposición de reducir el déficit un 0,5% más. Nada menos que cinco mil millones, que unidos a los 30.000 millones de euros previstos inicialmente de reducción del déficit suponen una cantidad abrumadora para un país que necesita  incentivos económicos, creación de empleo servicios públicos de calidad, en momentos de gran dureza económica y de incertidumbre social.


Cinco mil millones de razones para decirle al Gobierno que su inflamación de pecho en defensa de la madre patria ha quedado pinchada por la aguja de Junker, y que, además, su imagen de confianza se ha trocado por la chapuza inigualable. El viernes, el Consejo de Ministros aprobó un techo de gasto que se ha visto superado por los acontecimientos y ayer, sin un sólo signo de rubor, trae al Parlamento aquél techo de gasto que se ha convertido, tras la cogida del cuello de Junker, en una entelequia. Europa aprieta, pero no ahoga  o sí.

Aprobó así el Congreso un techo irreal, insoportable para los ciudadanos e insensato, porque con él no podrá el Gobierno mantener los servicios públicos básicos. Así que nos esperan tiempos con más paro, menos percepciones por desempleo, peor sanidad, peor educación y menos servicios sociales, es decir, sacrificios muy duros para los ciudadanos, algunos de los cuales, muestran ya signos de indigencia.


¡ Montoro dimisión ! gritaba la anterior legislatura un diputado al entonces Portavoz de Economía de la oposición y, hoy podíamos gritar lo mismo. El grado de prepotencia y de arrogancia, unido a la indisimulable tomadura de pelo con la que nos obsequió Montoro para defender el techo de gasto para 2012 es inigualable. ¿Cómo puede Montoro pedirnos que votemos un techo de gasto corregido por la Unión Europea, en la noche del día 12 y que lo hagamos sólo por patriotismo?. ¿De qué patriotismo nos habla, de aquel que hizo gala el Partido Popular en mayo de 2010 cuyo voto en contra de las medidas que tomó el Gobierno del PSOE estuvo a punto de provocar la intervención de nuestro país ?. Irresponsable en la oposición e impresentable en el Gobierno, así se mostró ayer Montoro.

Cinco mil millones de recortes es, para que se hagan una idea, el Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Aragón. Con ellos se hicieron más escuelas, más Centros de Salud, más Centros de Día, se pagaba la Dependencia y teníamos una Sanidad de calidad. Treinta mil millones menos es no sólo un recorte  brutal , que va a suponer un ataque  sin precedentes al Estado de Bienestar sino  que se convierte en un  elemento de inestabilidad social y en un estado de decadencia moral de nuestra sociedad. Malos tiempos y peor Gobierno.

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