CUERPO DE LEY, ALMA DE PACTO

La vicepresidenta 1ª del Gobierno compareció el martes pasado en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados para dar cuenta de las líneas generales de la pólítica en materia de personal que está llevando a cabo el Gobierno. Una comparecencia en la que quedó en evidencia la solidez, el sentido de Estado y la fiabilidad del Gobierno frente a la demagogia, la falta de rigor y el intento transmutar una política enfocada a modernizar la función pública para que la misma satisfaga el horizonte fundamental de "servicio a los ciudadanos", de un mejor servicio a la ciudadanía, dando un carácter esencial a lo público, en unos momentos en los que lo público pasa a ser la mano visible del Estado, en contraposición a esa mano invisible con la que algunos nos quieren gobernar. Cambiar la función pública de arriba abajo es el objetivo y ello será posible si hay acuerdo entre Gobierno, Sindicatos y Partidos Políticos, si hay diálogo y si hay concertación.

Con ese ánimo se acordaron en el ámbito de la Función Pública cincuenta medidas, en octubre de 2009, que respondían a la idea de la sostenibilidad de las cuentas públicas y la racionalización de las Administraciones Públicas. Así se acordó el pacto retributivo que incrementaba los salarios de los funcionarios públicos un 0,3% en 2010, que limitaba la tasa de reposición al 10% y que incrementaba la masa salarial un 4%. Y ese compromiso se va a cumplir porque los pactos están para ser cumplidos, como siempre ha sido según el cuerpo jurídico español y la costumbre de nuestro país. Ahora toca convocar la Mesa General de las Administraciones Públicas para que se consiga reducir órganos del sector público y Altos Cargos y ésto se haga no sólo en la Administración General del Estado sino también en el ámbito autonómico y local. Ejemplos como el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Valencia o de Murcia han de servir para huir de modelos donde la cooptación ha sido la regla y el ejercicio de mérito y capacidad la excepción, donde el incremento de personal de confianza ha sido exagerado y el incremento presupuestario en materia de personal es, sencillamente insostenible. Ejemplo, para decir dar ejemplo no ha dado mucho en esta materia el Partido Popular.