miércoles, 17 de marzo de 2010

SUBIR EL IVA


 A nadie se le escapa que una subida de impuestos es una decisión impopular que no agrada, a primera vista, a nadie. Y, sin embargo, los impuestos son un instrumento en manos de los Gobiernos para reequilibrar la riqueza. Si pagan más los que más tienen y se benefician de los servicios públicos quienes menos tienen, éstos deberían ver con buenos ojos cualquier incremento impositivo. Pero las cosas no son así. Vivimos en un país donde nos han/hemos acostumbrado a pedir sin dar nada a cambio, a exigir derechos sin cumplir muchas obligaciones, y, después de más de treinta años de democracia, asumimos como necesidad que no como deber cívico la necesidad de pagar impuestos.

Ahora nos pasa con el IVA. Fuera de actitudes demagógicas como la de la marquesa que no duda en llamar a la insumisión con el descaro propio de una señorita mal criada que pone en solva la decisión mayoritaria del Parlamento, o la de su jefe Rajoy, que calla y otorga, porque no puede imponerse al sector más duro de la derecha española, lo cierto es que la obligación que tiene el Gobierno de reducir un déficit público que no podemos soportar por mucho tiempo ha obligado a subir un impuesto que, hoy, grava el consumo con el 16% sobre una media en los paises de nuestro entorno del 20%. Un impuesto cuya recaudación, como consecuencia de la caída de la economía, se ha visto reducido en un 35%. Con el incremento de dos puntos propuesto, un recibo de teléfono de 60 euros pasará a ser de poco más de 61, una prenda de ropa que hoy cuesta 45 euros constará unos céntimos más y un billete de autobús que cueste ahora 1 euro subirá un céntimo. Son, pues, subidas que aún modestas, permitirán ingresar más de 5000 milllones de euros con los que se pueden financiar más de 490.000 pensiones de jubilación anuales, más de 2 millones de Rentas Básicas de Emancipación para jóvenes, 827.000 prestaciones por atención a personas dependientes de máxima severidad durante 1 año o un tercio de la inversión pública y privada en I+D+i.


La derecha ha hecho de esta subida su caballo de batalla, en una actitud irresponsable que le lleva a adelgazar al Estado en la parte de los ingresos y, a la vez, a pedir, cada vez más gasto. Ver la viga en el ojo ajeno para no verla en el propio es algo común en Rajoy. Los socialistas suben los impuestos y el PP los baja. Pues no, los hechos y datos desmienten este eslogan. Allí donde gobierna el PP, véase la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento, hacen lo contrario de lo que predican. Madrid es la tercera Comunidad con mayor deuda en valores absolutos, su endeudamiento a 31 de diciembre de 2009 es de 11.576 millones, un 14% más que un año antes y el Ayuntamiento de Madrid es el más endeudado de España con 6.762 millones de euros. Un buen ejemplo para saber la alternativa que representa la derecha. Por sus hechos los conoceréis.

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