jueves, 6 de octubre de 2011

AZNAR CABALGA DE NUEVO


La Convención política, que el Partido Popular, celebra en Málaga ha empezado con la larga sarta de letanías a las que Aznar nos tiene acostumbrados. Dos son las ideas en las que ha basado su discurso. La primera ha servido para acusar al Gobierno de mendigar un alto el fuego de ETA, como si, en caso de ser cierto, fuera una noticia perniciosa para los españoles. Y si bien es verdad que hoy habla del terrorismo de ETA y ya ha dejado para mejor vida eso del "Movimiento Nacional de Liberación Vasca", no es menos cierto que destila por su boca lo que en el fondo piensa, que no es otra cosa sino que la declaración de paz por parte de la banda terrorista sería un golpe bajo para quienes han pensado que no hay paz en España que no venga propiciada por un gobierno del Partido Popular. Así de duro y así de claro. Quienes no aceptaron la derrota del año 2004 y acusaron a Zapatero de ser como Pavía, es decir, que entró en el Congreso por las bombas de unos trenes igual que el general entró con un caballo, no pueden aceptar que el trabajo, la paciencia y el buen hacer de muchos españoles, entre otros de Rubalcaba, hayan sido capaces de lograr lo que él y su gobierno no lograron en dos legislaturas.


La segunda cantinela se refiere a la ruina económica y social que puede heredar Rajoy. Y no es novedosa esta alusión porque ya el día 16 de Mayo aseveró en el Financial Times:" En los últimos 160 años, ningún Gobierno de izquierdas ha sido capaz de rescatar a España de una crisis económica". Dejó de decir que en los últimos 160 años en España podemos contar con los dedos de las manos las etapas de gobiernos socialistas, pero él nos podría ilustrar con los años de dictaduras y sometimiento que nuestro país ha soportado.


Claro que están preparando un camino para soslayar el reproche de quienes les pudieran votar este año y pronto dedujesen que su recetario económico más propio de los preceptos de un boticario, como diría Leibniz, ha quedado finiquitado. Apela el vaquero, que cruzaba las piernas en el despacho de Bush, que el Partido Popular aplicó en el año 1996 una receta milagrosa que sacó a España de la crisis con las buenas recetas liberales, que contrapone al ungüento que suponen las malas recetas socialistas, aunque el tiempo, fiel medidor de trampas y patrañas se ha encargado de demostrar lo contrario. Y ello es así porque es radicalmente falso que en 1996 el PP heredara una situación económica catastrófica.
  1. Es cierto que en aquellos años el paro estaba en el 23,9% pero también es cierto que la economía creció a una tasa del 2,4% (datos del Ministrio de Economía).
  2. Es un cuento que los Gobiernos del PP hicieran reformas económicas. No se recuerda ni una sola. Ni liberalizaron sectores de la economía, ni racionalizaron la Administración (y comprometieron suprimir 3.000 cargos públicos...). Eso sí, privatizaron las joyas de la corona del sector empresariasl y pusieron al frente a sus amiguetes en forma de políticos o empresarios afines (recuérdese a los Villalonga, Pizarro, ...).
  3. El mandato de Aznar basó toda su estrategia en unos tipos de interés baratos por el viraje que en 1996 dió el Banco de España en la política monetaria para cumplir con el requisito de un déficit público inferior al 3% del PIB y a alimentar un burbuja inmobiliaria cuyas consecuencias hemos pagado en estos años en forma de pérdida de empleo y de impagos a la banca.
  4. De aquí podemos deducir que la época de prosperidad de la economía española entre 1996 y 2004 nada tiene que ver con las decisiones económicas de Aznar ni con experimentos económicos que sólo están en la mente de grandes estadistas como "el patriota", o como nos quiere decir Rajoy.


Por eso el recetario liberal de Aznar y Rajoy trufado de mentiras a secas o medias verdades se compone de generalidades como el control del déficit público o rebajas impositvas. Por eso alivia saber que la economía española como la europea está controlada por Bruselas porque si no fuera así correríamos el riesgo de que un hipotético gobierno de Rajoy quisiera luchar contra la crisis con bajadas de impuestos que, como hicieron Reagan o Thacher, incrementaron el déficit público hasta hacerlo en EEUU o Inglaterra casi incontrolable. Así que generalidades en la lucha antiterroista y en la política económica no, por favor. Un poco de seriedad que los ciudadanos no son tontos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un fantasma guillén

Anónimo dijo...

Anoche, en la intimidad de mi WC, en dos minutos me dio tiempo a leerme todas las intervenciones de Guillén desde que fue senador a la 24 años hasta el mes pasado, muy sobrepasados los 50. Me sobró un minuto y el WC no se atascó al acabar.